El Arte de la Trampa... de hacerse trampa

Cuando Cecilia dijo "no será esta una nueva de tus trampas a ti mismo para no ser feliz", sentí que podía tener razón...
también podía no tenerla...
hoy me estoy quedando con esta última alternativa.... insisto en tener la razon, y tal vez peque de majadero u orgulloso, pero esta vez me quedo con mi posición, no voy a hacerme un lado, hoy día gano Yo y punto...

P.D.- Tres frases: -El tiempo me dará la razón
-No hay peor ciego que el que no quiere ver
-Quien tenga oídos oirá...


(Gracias hermanos por estar conmigo en los difíciles momentos que me han tocado, gracias.)

Que veinte años no es nada.... imagine quince días.

Eso, veinte años no es nada, sobre todo cuando uno empieza a hacer cuentas y nota que tiene amigos y recuerdos frescos de hace más de veinte años....
Yo no sé si han sido veinte o tal vez quince años, el tiempo que me ha tomado hacerme cargo de este humor de mierda que tengo... el humor y el carácter. Eso de no agradarle a mucha gente, de estar permanentemente puteando contra el mundo, contra "la gente" (ésa es de un antiguo conocido; esquizofrénico, de cuando no se le declaraba aún la enfermedad. Q.E.P.D.), contra mí mismo, los malos modales, la inoperancia de algunos, el mal servicio, la poca conciencia y la intolerancia, etcétera.
En fin...
Cuando mi sicoterapeuta me va devolviendo cosas que no había querido ver, me voy encontrando con que, de verdad, uno es responsable de su propia felicidad, pero además aquellos que nos tocó el lugar de ser más sensibles, también somos responsables de nuestras actitudes.
En resumen, después de quince días de licencia por depresión, más de un mes de conversaciones con mi analista, media caja de fluoxetina y otro tanto de clonazepan, siento que estoy donde mismo, un poco más conciente de mi rol en este juego, pero aún inestable. Y es que no ha sido fácil sacarme estas ganas de volarme los sesos....

Ahora resulta que el compromiso con la calidad y un trabajo bien hecho tampoco calsa en el perfil...

Lo curioso de hoy es haber sido reprochado por trabajar bien, por comprometerme con mi trabajo, por querer ser profesional y también un poco perfeccionista.
Me cuesta niveles de angustia elevados contenerme de no lanzar un alarido mortal para desarmar a mi oponente; mi jefe. Un tipo tan relajado que resulta que ve con malos ojos el hecho de que uno se preocupe por el trabajo....
Ok, se me pasa la mano con la preocupación a veces, pero eso está siendo trabajado en terapia. El punto de discrepancia con mi evaluador es que él vea que yo me preocupo demasiado y me evalúa mal por ello. "Acá se trata de trabajar con alegría".
Váyase a la mierda.

Distimia

"Es una forma crónica de depresión que se caracteriza por estados de ánimo permanentemente bajos" (ref. MedlinePlus)

Y podría tener que ver con las separaciones...
con alguna pena que no fué detectada...
que, por supuesto, no fué tratada...


En camino a encontrar la respuesta....

Perfil de personalidad pendiente...

Diagnóstico temporal...

Tiene algo de lógica...

La inapetencia...
la falta de concentración,
la pérdida de interés,
el aislamiento,
la fobia social....

la terapeuta y la crisis

Tomé la firme decisión de hacer terapia. Hacerme.
Tratarme esta angustia, este ser sin ser,
la tibia, pero afilada, pena
Este no tener lugar....

Aquí nota al margen: lo del "no lugar" fue idea de Cecilia, mi sicóloga. Curioso que mi terqapeuta se llame Cecilia, que ha sido un nombre digno de muchas depresiones del pasado.
Eso del "no lugar", según ella, habla del auto boicot que me genero a diario, con no sentirme parte de nada, con no sentirme parte de ningún lugar.
Entonces resulta que lo hago a propósito...
¿Pero a propósito de qué? (tarea para la casa)

Trabajemos con el síntoma, dijo también.
Registro de crisis de Rapée... fecha, hora, con quién, situación, síntomas.
La primera semana 9 crisis de duración variable, no muy largas.
La segunda semana sólo 2, pero de dos días cada una...

Trabajo con el síntoma y de paso deposito la fé en una sola bala....
Vuelvo al wisky en ayunas y los doscientos cigarrillos diarios.

Ok, hagamos terapia,
trabajemos con el síntoma,
enfrentémosnos a nosotros mismos...
Es duro compañeros...

Hay tantas cosas que no nos gustan de los demás.....
pero también hay muchas cosas nuestras que no le gustan a nadie....

De-presiones

Los días que se avecinan, la columna central del Tzolkin, son siempre días complicados para mí.
Esos en que a cada paso, a cada levantarme, me abofetean con el viejo dilema de negarme a mí mismo, himself.
Que la poesía...
Que el arte...
Que los hijos...
Que el trabajo...
Que las cartas...
que el ejercicio...
que las esperas y el desconcierto...
que las canciones....

Para este ciclo se adelantaron...
dos días de alcohol y mi mente dispersa; como dijo Isabel...
Siempre duele
a veces
más.

Siempre se resuelve...
a veces
tarda.

La música y los versos me siguen rescatando.
La música y los besos.

Extraño no toparme
con la página en blanco
ahora son amrillas, verdes, negras...
esa voz funeral se ha apagado en seco.

Más disperso que nunca en el ejercicio
de chorrear unas letras en la fría pantalla.

Gloria al Padre
Gloria al Hijo
Gloria al Espíritu Santo.
Amén.

La resolución de los días

Tormenta Resonante Azul... Tormenta siete, día sexto del nuevo año, Año del Mago...
Precisamente hoy desperté en medio de uno de esos sueños extraños cargados de símbolos y supe que venía la resolución...
Precisamente hoy me declaraba alejado de la poesía y la magia, y se me revelan dos nuevos nacimientos por venir.
Ok, no me crean, no tienen por qué creer en esto de la sincronía o del funcionamiento ordenado del Universo...
YO lo creo
y eso me basta.

En relación a la pregunta ¿Cree ud que son justas las demandas de los trabajadores contratistas de Codelco?¿Deberían tener los mismos beneficios?

En ningún caso los trabajadores contratistas están postulando a tener los "mismos" beneficios que los trabajadores de planta de Codelco. No es el caso. Se solicita que se otorguen algunos beneficios similares para palear las gigantescas diferencias economico-sociales que se producen entre unos y otros.

Estoy completamente de acuerdo con que un trabajador de planta Codelco, que ha estado 20 o 30 años trabajando, a veces en condiciones mucho peores que las nuestras hoy como contratistas, pueda tener un sueldo de 600, 700 mil o un millón. Lo que no me parece cuerdo es que a un trabajador contratista, profesional universitario, con seis años de experiencia se le contrate por 200 mil pesos, incluído bono de altura y gratificación, y se le mantenga en ese sueldo por más de un año escudados en sistemas de evaluación mediocres y sin fundamento. Hoy día en Chile no es ningún negocio invertir en educación si a la vuelta del mercado uno se encuentra compitiendo en medios que no valoran al profesional como tal, sino que se aprovechan de la desesperación de muchos por estar sin trabajo y de la gran oferta de mano de obra, a menudo poco o nada calificada, de bajísimo costo.

Codelco no debe, creo yo, hacerse cargo de entregar beneficios a los contratistas, así como tampoco debería pagar más por los servicios. Son las empresas contratistas las que debieran reducir sus cotas de ambición, marginando un poco menos en relación con los sueldos de sus trabajadores. Así como incorporar mecanismos que signifiquen beneficios, por ejemplo en salud o educación, para los mismos.

En la administración de recursos humanos moderna no es un secreto para nadie que al tener al trabajador motivado se consiguen mejores resultados de productividad, decrece el ausentismo y se mejora el ambiente laboral. Como yo lo he vivido, en la división El Teniente, los contratistas son motivados a través del miedo a perder sus trabajos y no por medio de incentivos de otro tipo.

La movilización que hasta hoy no se resuelve responde también a una sensación de hastío, rabia y también de pena de muchos de los trabajadores contratistas, quienes hoy por hoy desean más allá de obtener bonos o seguros de vida; recuperar la dignidad.

Días de prisa

Cómo el estrés de la ciudad se te filtra por los poros.
Cuando estás ahí no te das cuenta, tienes que alejarte un poco hacia otros ritmos, hacia otras resonancias para notarlo, la ciudad está enferma.
Enferma de cansancio, de rabia, de largos trayectos de viaje y cortos minutos de familia o amigos.
Me traje un poco de eso hoy, de mi pasar ahogado entre el ruido y la gente.
Que fino es el arte de disolver los nudos.

El Arte de la Sospecha

Pequeño sueño pateando por renacer...